Beatrice me dictaba,el enero pasado

Chicharras de la siesta
estertores.


se hizo sombra la noche
caramba
que pronto me he anochecido


Ordenando las cartas que recibía Beatrice, hay una que me emociona especialmente.
Es de una mujer que vive en el pueblo y salgo en su busca.

Pregunto a una mujer que me mira si esta es la casa.
-Sí-me dice-¿Ud. es la hija de Beatríz?
-Sí-le digo, segura de no conocerla-¿Ud quién es?
-Yo soy una mujer que está aquí, que la veía pasar-me deja como toda respuesta.
Beatrice, de un episodio así, que duda cabe, hubiese hecho un poema.


Marca de fábrica(1)
Me despierto sobresaltada en medio de la noche:
a la mesa del comedor le hace falta un mantel verde.
Salgo temprano a las tiendas del pueblo.
Precisamente en la esquina de la plaza, donde fuera lo "de Salatín"
maravillade infinitos estantes y cajoncitos
encuentro
precisamente lo que buscaba.

Marca de fábrica (2)
Acomodo, lustro, recompongo,invento,tapo
lugares del vacio.
como convocadas de antemano,
llegan,
una,
después otra vecina.
quieren despedirse dela casa,me dicen.
-Está Beatriz-dice-
-Sigue estando Beatriz-
Una después de otra, más o menos lo mismo.
Me recompongo y armo una respuesta:
-Está su hija-digo-con su sello de fábrica.

La mesa
y ahora sobre el mantel,
el vino,
y la copa invitando.
ligerísimos detalles que no se le hubiesen escapado a Beatrice.


Despejado de azul
el cielo
va cesando la lluvia.

quemo malas fotocopias y hojas llenas de humedad
sólo si las encuentro repetidas...
hecho también al fuego
el porta agujas que bordé de chiquita
con letras desprolijas que decían "mamá"
y un mechón del gris cabelo de mi padre.
abonaré ¿el jazmín tal vez? cuando el fuego se apague.


Posteado por Elena, una tarde de interminable domingo