Hoy escuché al pescador. Terminó diciendo: “Y por eso yo creo en todo. En todo. En lo mío y en lo que puede suceder. Nunca se sabe”.
Me ciño tanto que quizás algún día me quede callada.
Últimamente quizás haya en mí una cierta urgencia. Tal vez sea como la urgencia del río por desembocar. Siento que estoy por terminar ese libro único del que hablaba.
Quizás sea el trance más dichoso y más difícil :elegir lo que quisiera que quede y lo que quisiera llevarme. Quizá tenga que ver también el hecho de que soy la última Vallejos de mi generación.
Estoy llorando. Y eso ¿cómo se escribe?
Etiquetas: Contratapas, Por encima del silencio
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